“Nuestra adhesión a lo moderno ha sido un puerto seguro.

Es tiempo de tomar el timón del barco educativo con nuestras

propias manos y salir de este puerto seguro, hacia los desafíos,

las incertidumbres y las dinámicas de un océano caótico.

Se nos invita a zarpar hacia mares que no aparecen en los

mapas, para descubrir y crear nuevos mundos y compartir

historias de aventuras para así establecer nuevas comunidades

educativas.”

(Hankins y Hammil)

“(…) ¿quién cree realmente en la teoría ingenua de acumular
hechos y rutinas? Probablemente nadie que yo conozca. Sin
embargo, muchos se conducen como si lo creyeran. Se trata
entonces, de lo que yo llamo una teoría tácita. Los educadores
no postulan jamás que la educación se basa en un largo
repertorio de hechos y rutinas, pero esto es lo que sucede en las aulas, donde al igual que en otros lugares, la acción habla más
alto que la palabra”
(Perkins, 1997)

“¿Para qué queremos la educación? La educación se justifica en la medida que ayude a mejorar la comprensión… Quiero que mis hijos comprendan el mundo, pero no sólo porque el mundo sea fascinante y la mente humana rebose curiosidad. Quiero que lo entiendan para que puedan contribuir a hacer de él un lugar mejor… Una parte importante de esta comprensión es saber quiénes somos y qué podemos hacer…las demostraciones de la comprensión que realmente importan son las que realizamos, como seres humanos, en un mundo imperfecto en el que podemos influir para bien o para mal?”

(Howard Gardner)